El Cane Corso, también conocido como Mastín Italiano, es una raza que combina a la perfección fuerza y ternura. Este perro robusto y poderoso tiene una naturaleza protectora innata, lo que lo convierte en un guardián excepcional, ideal para proteger hogares y familias. Sin embargo, su aspecto imponente oculta un corazón muy cariñoso, especialmente con los niños, a quienes cuida con paciencia y dedicación. Además, el Cane Corso es muy adaptable, pudiendo vivir tanto en espacios grandes, como jardines, como en viviendas más pequeñas, siempre que reciba suficiente ejercicio diario para mantenerse equilibrado.

Historia y Origen del Cane Corso
El Cane Corso tiene un origen que se remonta a la antigua Roma, donde sus antecesores se utilizaban como perros de guerra y guardianes de las fincas. A lo largo del tiempo, este perro se adaptó a tareas agrícolas y de caza, pero en el siglo XX la raza casi desaparece. Afortunadamente, gracias al esfuerzo de criadores dedicados, el Cane Corso fue recuperado y hoy es una raza reconocida internacionalmente.
Características Físicas del Cane Corso
Este perro destaca por su físico impresionante: musculoso y ágil, con una altura y peso que varían entre machos y hembras. Los machos suelen pesar entre 45 y 50 kg, con una altura de 64 a 68 cm, mientras que las hembras, algo más pequeñas, pesan entre 40 y 45 kg y tienen una altura de 60 a 64 cm. En cuanto a su pelaje, el Cane Corso puede presentarse en varios colores llamativos, como el negro, gris, atigrado y nieve, todos resaltando su porte elegante y majestuoso. Con los cuidados adecuados, su esperanza de vida suele estar entre los 9 y 12 años.
Diferencias en Protección entre Machos y Hembras
Aunque ambos sexos del Cane Corso tienen un fuerte instinto protector, expresan este comportamiento de maneras diferentes. Los machos son más territoriales y tienden a ser los primeros en reaccionar ante cualquier amenaza que detecten en su entorno, como ruidos o movimientos sospechosos. Las hembras, por otro lado, suelen centrarse más en la protección directa de la familia, manteniéndose cerca y vigilando de forma constante. Estas diferencias hacen que ambos sexos sean perfectos guardianes, cada uno con su propio enfoque.
El Cane Corso: Un Perro Potencialmente Peligroso (PPP)
El Cane Corso está clasificado como un perro potencialmente peligroso (PPP) en varias legislaciones, debido a su tamaño y fuerza. Aunque es un perro leal y equilibrado con el adiestramiento adecuado, en manos inexpertas puede desarrollar comportamientos agresivos. Es esencial un entrenamiento firme y constante desde cachorro, ya que estos perros tienen una naturaleza protectora que debe ser canalizada correctamente para evitar problemas. Este tipo de perros responde mejor a técnicas de adiestramiento basadas en el refuerzo positivo, ya que son sensibles y no requieren castigos severos para aprender.
Necesidades de Ejercicio y Espacio
El Cane Corso es una raza con altos niveles de energía y necesita ejercicio regular para mantenerse en equilibrio. Se recomienda que este perro reciba al menos 60 minutos de actividad diaria, incluyendo caminatas largas o sesiones de juego. También es importante destacar que un espacio grande y vallado es ideal para esta raza, permitiéndole moverse libremente. Sin embargo, si vive en espacios más pequeños, es esencial proporcionarle salidas frecuentes para evitar problemas de comportamiento causados por la falta de actividad. Los Cane Corsos son perros muy activos y, si no se ejercitan adecuadamente, pueden volverse destructivos por aburrimiento.
Problemas de Salud Comunes en el Cane Corso
Como todas las razas grandes, el Cane Corso es propenso a ciertos problemas de salud. Entre ellos, destaca la displasia de cadera, una condición que afecta a la articulación de la cadera y puede causar dolor y dificultad para moverse. Otro problema común es la torsión gástrica o bloat, que puede ser mortal si no se trata rápidamente. Además, el entropión, una enfermedad ocular en la que los párpados se pliegan hacia adentro, puede causar irritación y daño en la córnea. Los cuidados preventivos y las revisiones veterinarias regulares son clave para mantener a este perro en buen estado de salud.
Alimentación del Cane Corso: Pienso y Dieta BARF
Debido a su tamaño y nivel de actividad, el Cane Corso requiere una dieta rica en proteínas y grasas saludables. El pienso de alta calidad, diseñado específicamente para razas grandes, es una opción excelente para cubrir sus necesidades nutricionales. Otra alternativa popular es la Dieta BARF (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada), que consiste en proporcionar alimentos crudos como carne, huesos y verduras frescas. Esto le proporciona los nutrientes necesarios para mantener su musculatura y salud general.
Es importante controlar la cantidad de comida, ya que el Cane Corso puede llegar a consumir entre 4 y 8 tazas de alimento seco al día, dependiendo de su edad, peso y nivel de actividad. En cachorros, se recomienda dividir las comidas en tres raciones diarias, mientras que en adultos, dos raciones son suficientes para mantener un peso saludable.
Conclusión: Un Perro para Dueños Expertos
El Cane Corso es un perro excepcional, pero requiere un dueño experimentado que pueda brindarle el adiestramiento y los cuidados necesarios. Este perro no es adecuado para dueños primerizos o para aquellos que no dispongan del tiempo suficiente para dedicarle. Si se le da el amor, tiempo y disciplina que necesita, el Cane Corso será un compañero leal y protector, siempre dispuesto a cuidar de su familia con toda su dedicación y coraje.